2018 fue un año muy convulso para mí. La muerte inesperada de mi hermano me tambaleó y toda mi planificación se fue al garete.
Durante muchos meses me sentí paralizada, y aunque seguí haciendo cosas en mi negocio, lo cierto es que no me encontraba en mi mejor momento.
Sin embargo…
Puedo decirte sin lugar a dudas que ha sido uno de los años en los que más he crecido.
Estoy convencida de que todo lo que nos pasa encierra una gran bendición detrás, aunque a simple vista no lo parezca. He necesitado muchos meses para verlo y ha sido un proceso duro pero al mismo tiempo enriquecedor.
De todo lo que he aprendido, he elegido 4 de las lecciones que pueden ser más relevantes para ti en tu negocio como agente de transformación.
Porque ya sabes que nuestra historia no nos pertenece, pertenece a quienes necesitan escucharla.
Así que dale al play arriba del todo en este post 🙂
A modo de resumen, te dejo aquí mis 4 lecciones:
1-La energía que ponemos en todo lo que hacemos es la energía que recibimos de vuelta
Lo importante no es tanto qué acción realizas. Más importante que eso es con qué energía la llevas a cabo, porque esa energía es lo que va a determinar los resultados de tu acción.
En el podcast te cuento una anécdota personal reciente que ilustra esto.
Si estás tomando acción en tu negocio desde la preocupación, la necesidad de vender o la angustia, tus resultados no van a ser muy buenos. Pero, si haces eso mismo desde tus ganas de servir y ayudar, desde el entusiasmo por la labor que realizas, desde el gozo y el disfrute, entonces el éxito está garantizado.
Es así de sencillo.
2-Lo más importante que puedes hacer por tu negocio es cuidarte
¡Con cuánta frecuencia olvidamos que nosotros somos nuestro producto estrella y lo más importante de nuestro negocio!
No puedes hacer crecer tu empresa si tú no estás bien. No puedes dar lo mejor de ti si no estás descansada, si no te tomas tiempo libre, si no te nutres. Hacer crecer tu negocio a costa tuya nunca es una buena opción y a la larga te pasará factura.
3-Necesitas un sistema y una estructura si quieres un negocio sostenible
Este es un punto que yo descuidé durante gran parte del año pasado y en el que me estoy enfocando al 100% este año.
Si eres una persona creativa e intuitiva como yo, seguramente te gusta improvisar y crear tus ofertas sobre la marcha, en función de cómo te vas sintiendo en todo momento. Y eso está bien, a mí me encanta improvisar. Pero sin un sistema de captación de clientes y sin una estructura que te permita enfocar toda tu energía en una única dirección, en lugar de estar tirando flechas a diestra y siniestra (ejem), permíteme que te diga que no vas a llegar muy lejos.
Sobre todo, no vas a llegar muy lejos si por la razón que sea necesitas alejarte temporalmente de tu negocio. Cuando no tienes un sistema, tu negocio no existe sin ti. Cuando tienes un sistema, puedes tomarte tiempo libre y los ingresos siguen llegando.
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Crear un sistema no tiene que ser tan complicado como lo pintan por allí. Si necesitas ayuda con esto, ¡contáctame y hablemos! Haz clic aquí para enviarme un Whatssap, o rellena el formulario que encontrarás aquí.
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4-No tienes que hacer siempre las mismas cosas. Permite que tu negocio evolucione
Siempre estamos creciendo y evolucionando y es natural que nuestro negocio crezca y evolucione con nosotros. No tienes por qué hacer siempre las mismas cosas, permítete cambiar. Deja atrás todo lo que ya no está en sintonía, aunque no tengas del todo claro hacia dónde vas. El camino se va definiendo a medida que avanzas 🙂
Y ahora me encantaría conocer tu opinión. ¿Te ha resonado este episodio? ¿Te identificas con alguna de las lecciones? Déjame tu comentario, me encantará saber de ti.
