Sabes que dar ese paso que tienes en tu cabecita va a llevarte al siguiente nivel en tu negocio (y en tu vida). Y además, quieres hacerlo. Tiene todo el sentido del mundo, te apetece, es más, sabes que dar ese paso te haría inmensamente feliz.
Y sin embargo no lo das.
No consigues el tiempo, y cuando lo encuentras y finalmente te sientas, no avanzas. Aparecen montones de distracciones. Se te ocurren todas las razones del mundo por las que deberías ponerte a hacer otra cosa. Tú me entiendes.
Total, que pasan los días, las semanas y los meses, y no has hecho eso que sabes que va a llevarte a tu siguiente nivel.
Y «eso» puede ser cualquier cosa:
- Escribir un libro
- Hacer tu primer live
- Hacer esa llamada que va a abrirte tantas puertas
- Buscar oportunidades para hablar en público
- Organizar tu primer evento presencial
- Etc. etc. etc
¿Pero qué está pasando aquí?, te preguntas.
Resistencias, querida. Resistencias.
¿Pero qué son las resistencias?
La resistencia no es otra cosa que el auto-sabotaje que se inventa tu ego para mantenerte en el lugar en el que estás.
Tu ego tiene la misión de mantenerte a salvo. No le gustan los territorios desconocidos, y crecer implica siempre ir a la desconocido. Por eso a tu ego no le gusta cuando haces cosas que te ayudan a crecer. Así de simple. Se inventa toda clase de estratagemas para mantenerte en zona segura.
Por eso es que surgen todas esas distracciones, por eso te cuesta sentarte, por eso es que terminas evitando justamente aquello que más te va a hacer avanzar.
Tu ego está simplemente cumpliendo con su papel. No lo hace por mal 😉
¿Cuál es la alternativa?
Recientemente hice un Live en el que hablé sobre las resistencias y conté lo que yo hago para vencer las mías.
Es algo muy sencillo pero muy potente.
Se trata de tener muy claro cuál es tu visión, y de enfocarte en ella.
En el vídeo te cuento más:
¿Qué es exactamente tu visión?
Es aquello que quieres crear en tu vida. Si tuvieras una varita mágica y todo fuera posible, ¿dónde estarías? ¿Qué estarías haciendo? ¿Con quién? ¿A qué dedicarías la mayor parte de tu tiempo? ¿Qué posesiones tendrías?
Cuando tienes claro lo que quieres conseguir, el para qué estás haciendo lo que estás haciendo, es fácil romper las resistencias.
Por ejemplo, si quieres escribir un libro, ¿qué va a aportar ese libro a tu vida? ¿Qué puertas te va a abrir? ¿Qué va a permitirte conseguir? ¿Cómo te sentirás?
Cuando te enfocas en ese para qué final, y si es un para qué lo suficientemente grande y estimulante, verás que el peso de lo que quieres conseguir es mayor que la resistencia.
Es así de sencillo 🙂
Descubre tu visión
Para ayudarte a descubrir tu visión, he creado una visualización guiada y un PDF descargable, los mismos que utilizo con mis clientas del programa Simplemente Tú.
Y ahora me encantaría que me dejaras un comentario contándome qué te ha parecido. ¿Te has sentido identificada? ¿Qué vas a hacer ahora para vencer tus resistencias? Me encantará leerte 🙂
