Una de las cosas que más atrae a las personas que quieren tener un negocio por internet, o llevar a la red parte del negocio que ya tienen, es que la inversión inicial puede ser muy pequeña. De hecho, técnicamente ni siquiera necesitas una página web para buscar tus primeros clientes. Si lo que quieres es comenzar cuanto antes, con tener un plan y saber qué quieres ofrecer y a quién, ya puedes empezar. Y a medida que vayas consiguiendo esos primeros clientes, puedes ir invirtiendo en tu web y en otras herramientas que te ayudarán a crecer.
Pero hay un aspecto en el que es fundamental invertir si realmente quieres tener éxito, y es en tu formación.
Comenzar un negocio online valiéndote únicamente de la información que encuentras gratis en Google no es una buena idea. Básicamente, porque una cosa es tener información y otra muy distinta es saber aplicarla.
Que una técnica de marketing le funcione muy bien a una multinacional no significa que te vaya a funcionar a ti (de hecho, casi con toda seguridad te puedo decir que no). Ni siquiera puedes estar seguro de que una técnica que le haya funcionado a otra persona en tu mismo nicho vaya a brindarte a ti los mismos resultados. Hay que probar, medir, experimentar. Pero hay que saber hacerlo.
Uno de los errores más comunes, y también más costosos, de quienes comienzan a trabajar online es moverse a ciegas sin contar con la ayuda de un mentor.
Muchas veces queremos ahorrarnos esa inversión, pero no nos damos cuenta de que nos sale mucho más caro no invertir. Piénsalo: ¿Cuántas ventas estás dejando de generar? ¿Cuánto tiempo estás perdiendo? ¿Cuánto estás gastando en tu web, en tu autorrespondedor y en otras herramientas, sin conseguir los resultados que quieres?
[Tweet «Si quieres emprender online, invierte en un mentor antes que en una web»]
Incluso cuando ya tienes una trayectoria, incluso aunque no seas nuevo en el mundo de internet, es fundamental contar con alguien que ya esté donde tú quieras estar, a quien puedas «rendirle cuentas» y pedir consejo.
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- «]Un negocio en el que no se invierte es un negocio que no crece. Y un negocio que no crece es un negocio que se estanca, empequeñece, y eventualmente muere. [/su_note]
Por lo tanto, la mejor manera de crecer en tu negocio es invirtiendo en ti. En tu formación y desarrollo como emprendedor y como persona.
Y aquí no vale regatear o buscar «lo más barato». Porque cuánto más inviertas, mayor será tu impulso de recuperar el valor de la inversión, multiplicado.
Este año invertí mucho dinero en un programa de coaching que al principio pensé que no podría pagar. Para mí era una cantidad considerable, que me hacía sentir muy, pero que muy incómoda. La noche que pagué el depósito inicial no pude dormir. Pero tenía y tengo tanta fé en mi coach que decidí confiar en que estaba tomando el camino correcto.
¿El resultado? En muy pocos meses tripliqué mis ingresos.
Estoy segura de que los resultados no hubiesen sido iguales de no haber invertido tanto dinero (incluso habiendo recibido exactamente el mismo contenido). Porque fue la inversión que hice lo que me llevó a tener una actitud de recuperarla, sí o sí. De comprometerme al máximo con mis resultados. De dejar atrás las excusas.
En 2015 voy a invertir una cantidad incluso mayor en un nuevo programa, porque no puedo permitirme no hacerlo. Porque sé que si no lo hago me estanco.
Entonces, si has leído hasta aquí, es hora de tomar acción:
- Si conectas con mi forma de trabajar, solicita una sesión de descubrimiento gratuita y sin compromiso, y veremos en tu caso concreto cuál es la mejor manera de avanzar.
- O, busca otro mentor con el que conectes. Hay personas muy talentosas y con gran experiencia que están dispuestas a ayudarte.
También está la opción de seguir avanzando en círculos y a tientas. Es tu decisión.
Cuanto antes inviertas en ti, antes recuperarás con creces la inversión.
Te deseo mucho éxito 🙂