¿Recuerdas esa visión tradicional del mundo de los negocios? Esa que lo pintaba como un mundo hostil, una jungla, un juego despiadado en donde sólo podía haber un vencedor, que debía «machacar» a todos los demás para hacerse con el primer lugar, y en donde no podías confiar en nadie porque en cualquier momento te apuñalaban por la espalda…
¡Qué estrés!
Ese concepto de los negocios pareciera que está aún muy presente en el inconsciente colectivo, y en parte es responsable de que a tantas personas no les guste «vender».
La realidad es que esto no tiene que ser así. La realidad es que «la competencia», entendida desde ese punto de vista, no existe. La realidad es que el mercado no tiene por qué ser una jungla, y que es lo suficientemente grande como para que quepamos todos.
Quienes ven los negocios como una jungla, un juego de «todos contra todos», jamás triunfan. Porque llega un momento en el que la propia jungla los devora.
[Tweet «La competencia no existe»]
Lógicamente siempre habrá otras personas ofreciendo servicios similares a los tuyos y dirigiéndose a un público parecido. Pero, cuando te has tomado el tiempo de crear una sólida marca personal y un sistema de pasos exclusivo a través del cual ayudar a tus clientes a conseguir la promesa de tu marca, no puedes tener competidores. Porque lo que tú ofreces es único, tan único como lo eres tú.
Con frecuencia me encuentro con clientes preocupados en exceso por la competencia. Algunos temen sacar algún nuevo producto o servicio al mercado por temor a que les copien. Imagínate lo que sucedería si dejaras de sacar nuevos productos o servicios a la venta sólo para que los demás no te imiten: pues que tu negocio acabaría estancándose, claro. Al no haber oferta, no puede haber ventas. Y sin embargo muchos emprendedores, muchas veces con ideas brillantes, se quedan trabados a la hora de llevarlas a la práctica, porque el miedo a ser copiados se convierte en un bloqueo.
No estoy insinuando que no existan personas sin escrúpulos que se dediquen a copiar a los demás y que busquen ganar dinero a costa del trabajo ajeno. Desde luego que las hay, y si eres excelente y destacas en lo que haces, es más que probable que te encuentres alguna de ellas por el camino. Y puede que esas personas copien el contenido de alguno de tus productos, o sus características, pero hay algo que, por más que se esfuercen, no podrán copiar: los valores de tu marca, las emociones asociadas con tu marca, aquella cosa única que sólo tú puedes ofrecer.
En lugar de estar tan pendiente de lo que hace «la competencia», ¿por qué no diriges esa energía y ese tiempo a la creación de nuevos productos? ¿Por qué no enfocarte en tu negocio, y en hacerlo crecer? ¿Por qué no centrarte en tus clientes y en lo que ellos necesitan?
¿Te ayudo?
Si no tienes una marca personal sólida, que te diferencie claramente del resto, si no sientes que lo que ofreces es único, es hora de ponerte a trabajar.
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