Muchas agentes de transformación me consultan porque no están consiguiendo las ventas que desean. En ocasiones, cuando nos ponemos a estudiar su mensaje, su nicho, su estrategia, su producto, para poder descubrir lo que está pasando, me encuentro con que todo está «correcto». Es decir: su producto es bueno, su comunicación refleja de forma adecuada los beneficios del producto y está bien enfocada a su nicho, el nicho es viable, la estrategia está bien…
Pero hay algo que falta.
Algo muy, muy importante.
Algo sin lo cual la gente no se siente inclinada a comprar.
Algo invisible, intangible y que no se puede medir, pero que no por ello deja de ser real.
Vivimos en una sociedad que necesita clasificar, medir y ordenarlo todo. Necesita un paso a paso, una fórmula, un manual de instrucciones.
Lo cierto es que este componente fundamental escapa a todo eso, y por eso resulta incómodo. Por eso se habla poco de ello. Por eso este componente no se contempla en las escuelas de negocios al uso.
Y sin embargo es la pieza clave de todo.
Si me sigues hace un tiempo, ya sabes de qué estoy hablando.
Estoy hablando de energía.
Lo que sucede es que la energía del emprendedor no está alineada con la promesa del producto. Y este factor hace que todo el castillo de naipes se tambalee.
En este episodio de mi podcast te cuento a qué me refiero cuando digo que la energía no está alineada, y te doy algunas claves fundamentales para que puedas corregirlo.
¡Dale al play y disfruta!
Únete a mi próximo reto Cautiva
En Cautiva voy a enseñarte cómo puedes manejar tu energía y usarla para aumentar tus ventas y hacer crecer tu negocio, desde la verdad de quien eres.
