¿Sabías que la forma como empiezas el día determina las siguientes 24 horas?
Puede sonar como una afirmación muy categórica, pero en mi experiencia, es totalmente cierto. Si quieres aumentar la productividad, no dejes de aprovechar los primeros minutos del día con una buena rutina matinal.
Recientemente pasé un periodo un tanto descentrado. De pronto perdí el enfoque y me costaba programar mis tareas. Como resultado, estuve unos días trabajando sin una planificación previa y no sólo se resintió mi trabajo, sino todo mi entorno. Me sentía frustrada y agobiada al ver que el tiempo no me rendía y las cosas por hacer se iban acumulando. Al encontrarme más tensa, mi vida familiar también se vio afectada.
¿Cómo llegué a esa situación?
Por suerte, me di cuenta de lo que había pasado antes de tener consecuencias que lamentar.
Había abandonado mi rutina matinal.
Nunca me he llevado bien con las prisas por las mañanas. Prefiero levantarme antes y empezar el día con tranquilidad, que dormir un poco más y luego estar corriendo. Pero por aquellos días había estado trabajando por la noche (primer error) y para poder quedarme un rato más en la cama opté por saltarme la rutina.
Mala decisión.
Los beneficios de la rutina matinal
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Cuando comienzas el día relajado y te preparas mentalmente para esas próximas 24 horas, te sientes más enfocado, eres más productivo, y gestionas mejor los imprevistos. Tu rutina matinal te ayuda a permanecer centrada durante el resto el día, de manera que es menos probable que «pierdas los estribos» ante situaciones conflictivas.
Estos son algunos de los beneficios de tener una buena rutina por las mañanas:
- Mayor productividad
- Mejor gestión del tiempo
- Menos estrés
- Actitud positiva
- Mejor gestión de las emociones
- Enfoque y claridad mental
Y todo ello con sólo invertir unos pocos minutos. ¿A que vale la pena?
Qué incluir en tu rutina matinal
No hay una única receta, y la idea es que tú diseñes la rutina perfecta para ti. Pero aquí tienes algunos elementos que puedes incluir:
- Unos minutos de meditación
- Ejercicio físico
- Escuchar música
- Repetir afirmaciones
- Leer
- Escribir
- Salir a correr o a andar
- Revisar en tu agenda las tareas importantes para hoy
- Hacer una lista de las cosas por las que sientes gratitud
- Ordenar tu espacio de trabajo
Lo importante es que la repitas a diario, y que pruebes con distintos elementos hasta que encuentres la combinación que más se ajuste a tus preferencias.
No tiene por qué llevarte mucho tiempo, basta con poner el despertador 10 minutos antes. Es increíble los beneficios que consigues a corto y largo plazo con sólo 10 o 15 minutos diarios de dedicación exclusiva a ti.
Mi rutina
Por si te sirve de inspiración, te cuento cómo es mi rutina. Tengo niños pequeños así que a veces varía dependiendo de sus necesidades, pero básicamente lo que hago es una breve meditación (5 minutos), y luego escribo mis páginas de la mañana. Aquí escribo lo primero que me pasa por la cabeza, sin censura alguna. Esto me ayuda a centrarme y a dejar el «ruido mental» en el papel para que no me estorbe durante el día 😉
Después de eso, hago unos pocos estiramientos y ya estoy lista para empezar la jornada.
También tengo una pequeña rutina cuando me siento a trabajar. Cierro los ojos, respiro profundo, y reviso mis prioridades para esa semana. No miro mi email hasta haber terminado la primera tarea de la mañana (que en estos días es escribir mi ebook).
Esto me ayuda a enfocarme en lo importante y me prepara para no dejarme distraer por cosas accesorias y que tanto abundan en el mundo online.
Desde que he recuperado mi rutina matinal, todo ha vuelto a fluir 😉 Así que ahora sé que no puedo dejarla de lado si no quiero perder de nuevo el enfoque.
Volviendo a ti…
Ahora me encantaría que me contaras si tú también tienes una rutina, y cómo es. Y si no la has tenido hasta ahora, qué pasos vas a tomar después de haber leído este post 🙂
Gracias por tu comentario!
